Expresaba de forma tan sabia y elocuente Erich Fromm, que muchos Seres humanos mueren sin haber nacido. Una forma metafórica de acercarnos al verdadero significado de nuestra existencia en la presente encarnación, VIVIR.
Desde el yo idea que hemos ido construyendo con el paso de los años, consumimos una gran parte de nuestra vida tratando de descifrar el objetivo de la misma. Ese yo idea, se esfuerza, lucha, busca, se sacrifica, compite, se compara, culpa, selecciona, para alcanzar al yo ideal que el sistema ha determinado para ti y para todos los Seres, sin excepción. Ante tal escenario, Jung lo expresaba muy bien con aquella gran frase, «nacemos originales y morimos copias».
Si me permites querido amigo, puedo decirte que la identificación a tu/s personaje/s, conlleva dos aspectos claros, por un lado, no vives la vida, sobrevives, y por otro lado, el sufrimiento interno está presente en mayor o menor medida en tu día a día.
Y la pregunta entonces es, ¿desde dónde podemos vivir?
Muy sencillo, desde nuestra auténtica y verdadera naturaleza divina. Vivimos cuando nuestra existencia está guiada por nuestro Ser interno, percibiendo la Vida que Somos y ES desde la unicidad que se expresa en la diversidad. Krishnamurti lo expresaba siempre de forma magistral, el objetivo de la vida es Ser vivida. Más claro, imposible.
Voy a compartir contigo, una serie de indicadores vitales, a fin de que puedas reflexionar y tomar consciencia, honestamente y sin juicios, si estás viviendo o sobreviviendo la vida. Tómate el tiempo que necesites, sin prisas, con quietud y sosiego, tratando de escuchar todos los movimientos que aparecen en tu interior.
Vamos allá.
Vives, cuando la alegría y el contento se expresan a cada instante en tu día a día. Sobrevives, cuando las quejas y los problemas inundan tu vida. ¿Te quejas habitualmente? ¿Conviertes los hechos en problemas? ¿Te enfadas con facilidad?
Vives, cuando sientes desde el corazón. Sobrevives, cuando te expresas a través de tus pensamientos y pulsaciones emocionales. ¿Eres reactivo? ¿Tienes altibajos emocionales?
Vives, cuando confías y aceptas plenamente todo lo que llega en cada momento a tu vida. Sobrevives, cuando la desconfianza, el conformismo y la desesperación se apoderan de ti. ¿La resignación aparece con frecuencia? ¿Te pasas el día buscando verdugos?
Vives, cuando la responsabilidad es el eje principal de tu vida. Sobrevives, cuando la culpa (interna/externa) se manifiesta a través de ti. ¿Te sientes culpable por no ser…? ¿Culpas a los demás por tus problemas?
Vives, cuando Eres libre y expresas tu libertad. Sobrevives, cuando el miedo está instalado en tu vida. ¿El miedo te impide tomar decisiones? ¿Tus resistencias internas te limitan en cualquier ámbito de tu vida?
Vives, cuando compartes una parte de tu Ser a través de tus dones y talentos. Sobrevives, cuando compites y te comparas para reconocerte. ¿Desempeñas y compartes tus dones y talentos en el trabajo? ¿Te comparas habitualmente con algún referente o icono?
Vives, cuando amas incondicionalmente a todos los Seres sintientes. Sobrevives, cuando permanentemente tratas de cambiar a los demás. ¿Aceptas a tu pareja cómo es? ¿Permites que tu hijo pueda expresarse y actuar en libertad?
Vives, cuando permaneces en la gratitud y el agradecimiento, por la abundancia que Eres y Es. Sobrevives, cuando vives desde la escasez y la avidez. ¿Tiendes a ser materialista y caprichoso? ¿La ausencia de generosidad es uno de tus rasgos personales?
Vives, cuando el desapego es un movimiento natural en tu existencia. Sobrevives, cuando el deseo y el apego a lo externo dirigen tu vida. ¿Tienes dependencia de tu pareja? ¿Tienes una relación sana y armoniosa con las nuevas tecnologías?
Vives, cuando el silencio y la soledad son tus fieles compañeros. Sobrevives, cuando necesitas ruido permanente en tu vida. ¿Eres capaz de estar varias horas en silencio? ¿Tienes espacios de soledad en tu vida?
Vives, cuando te fundes con la naturaleza. Sobrevives, cuando te alejas de ella. ¿Cuánto tiempo hace que no abrazas a un árbol? ¿Permites que el sol esté diariamente en contacto contigo?
Vives, cuando Eres compasivo con el mundo animal. Sobrevives, cuando tu relación con ellos genera de forma directa o indirecta sufrimiento. ¿Cuándo ves un animal abandonado por la calle, miras para otro sitio? ¿La alimentación vegetariana está presente en tu vida?
Vives, cuando la quietud y la calma están instaladas en tu vida. Sobrevives, cuando el culto a la velocidad marcan tu día a día. ¿El reloj es importante para ti? ¿Sientes estrés y ansiedad con frecuencia?
Vives, cuando fluyes por la vida aceptando lo que llega y soltando lo que se va. Sobrevives, cuando luchas, empujas y te esfuerzas para lograr tus metas. ¿Te esfuerzas en aquellas tareas que sientes interiormente que nada tienen que ver contigo? ¿Tratas de cambiar rápidamente los acontecimientos que se presentan en tu vida?
Vives, cuando eres consciente y te das cuenta de lo que Eres y Es. Sobrevives cuando eres reactivo e impulsivo frente a las situaciones y acontecimientos que llegan a ti. ¿Antes de tomar cualquier decisión o acción te tomas un tiempo para observarte? ¿Te das cuenta de todas tus reacciones internas frente a los hechos que vives?
Vives, cuando experimentas la inseguridad y la incertidumbre del momento presente. Sobrevives, cuando tratas de controlar y planificar los acontecimientos de tu vida. ¿Necesitas programar tu día a día? ¿Te inquietas cuando no eres capaz de controlar una situación desconocida?
Vives, cuando estás presente en el aquí ahora. Sobrevives, cuando viajas con tu mente al pasado y al futuro. ¿Piensas continuamente en hechos pasados ya vividos? ¿Buscas en el futuro para construir tu presente?
Vives, cuando la fraternidad universal se palpa en tu vida. Sobrevives, cuando el egoísmo y el egocentrismo se apoderan de ti. ¿Consideras que las cosas deben suceder y hacerse según tus criterios? ¿Tratas constantemente de poner en primer término tus necesidades y deseos?
Ya para finalizar, y una vez compartido, algunos de los elementos que nos permiten tomar consciencia acerca de si estamos viviendo o sobreviviendo la vida, estamos en disposición de afirmar lo siguiente:
“Vives cuando Eres, sobrevives cuando te olvidas de Ser”